“La naturaleza de los hombres soberbios y viles es mostrarse insolentes en la prosperidad y abyectos y humildes en la adversidad.” Nicolás Maquiavelo
Susurran en las calles de la capital que será por soberbia su caída. La soberbia se opone a la modestia; ¿Acaso sus trajes no fueron un acto de soberbia? Fue la presunción de querer ser lo que no es. Recuerdo mi predicción del 2005, “será la vergüenza de su partido”. El cierre del gobierno también fue un acto de soberbia, una disposición blasfema del ánima que desencadeno en un error. Echando la economía del país varios años atrás. Fue aconsejado que no lo hiciera, pero más pudo el deseo de la demostración de su poder, que en la necesidad del pueblo. Se olvido, que más reinos cayeron por su soberbia que por la espada.
Prometeo era hijo de Yapeto y de Climena, hija de Océano. Entre sus hermanos se encontraban el gran Atlas, Meniteo y Epimeteo. Hesiodo caracterizo a Prometeo como “sagaz y astuto”, luego cuenta: “…cuando los dioses y los hombres mortales disputaban en Melona, Prometeo mostró un gran buey que adrede había repartido, queriendo engañar al espíritu de Zeus”.
Prometeo había recubierto los huesos con la grasa del animal para que así fueran, los restos, más apetecibles para Zeus y por consiguiente la carne pudieran apropiársela los hombres, no obstante Zeus era muy sabio y descubrió la treta, aun así siguió el juego de Prometeo sólo para poder dar un justo castigo a la humanidad.
“Y desde aquel tiempo, acordándose siempre de ese fraude, rehusó la fuerza del fuego inextinguible que brota del roce de los maderos de encina a los míseros hombres mortales que habitan sobre la tierra.”
“Pero todavía le engaño el hijo excelente de Yapeto, robándole una porción esplendida del fuego inextinguible, que oculto en una caña hueca”
La nueva ofensa no hizo sino enfurecer más al gran Zeus que le deparo un cruel castigo al insubordinado hijo de Yapeto:
“Y sujetó Zeus con cadenas sólidas al sagaz Prometeo, y le ató con duras ligaduras alrededor de una columna. Y le envió un águila de majestuosas alas que le comía su hígado inmortal. Y durante la noche renacía la parte que le había comido durante todo el día el ave de alas desplegadas.”
Tal es la descripción que nos brinda Hesiodo.
Aunque entiendo que la investigación realizada por los federales es un acto para minimizar su imagen. El hecho es, que fue la soberbia la que provoco que aquél de cabello blanco iniciara una batalla, por sentir que había sido engañado. Algo así como Prometeo, quien intento engañar el espíritu de Zeus.
Fue precisamente por no entender el significado de nefesh[1] que provoca la ira de los “dioses”, desafía de forma arrogante su poder, y como Aquila que desciende sobre Prometeo, come un pedazo de su hígado, mientras se encuentra encadenado en Fortaleza. Olvido su condición de creatura, y no tuvo la fortaleza de pisar la cabeza de la serpiente, para recordar que aquella serpiente, representaba su orgullo.
Aníbal, que significa la Gracia de Dios, será reconocido como el gobernador que menos hizo, no habrá estructura, ni obra que el pueblo podrá decir que aquí se encuentra su legado. Todo esto ya se encuentra reflejado en su carta, una carta, que de haber conocido, hoy la historia se estaría escribiendo de forma distinta.
Aníbal se alejo de si mismo y quiso ser lo que no es. Se olvido que la soberbia se opone a la modestia. Mientras la soberbia es la elación del ánimo que desordenadamente apetece ser preferido por sobre sus congéneres; la modestia es la virtud que modera, templa y regla las acciones externas como las actitudes internas, conteniendo en los limites de la cordura, de la sensatez y la templanza, las expresiones y acciones del ser humano.
No lo juzgo, sólo evaluó la naturaleza humana, pues sus acciones y resultados parecen estaren su destino. Lo conozco, no es mala persona, sólo tomo malas decisiones, que hoy repercutan en su vida.
[1] El primer texto, el Sefer Ietzirá, habla acerca de los diferentes fenómenos de la naturaleza (las estaciones, los días de la semana, los planetas, el cuerpo humano, etc.) y los relaciona con las letras del alfabeto hebreo, por lo que este libro se corresponde con la revelación del aspecto del alma natural o vital, nefesh. Nefesh, {que simboliza en hebreo el hígado) representa el hígado de Prometeo, quien no quiso entender el orden natural de los dioses.
No hay comentarios:
Publicar un comentario