Mi visita a Puerto Rico, una ausencia de 90 días, ha puesto en perspectiva la delicada situación económica del país y la falta de sensibilidad y sentido común, que carece el actual gobernador Luis Fortuño, para su pueblo. Mientras el gobierno español reduce salarios, aquí despedimos a padres y madres de familia. Mientras el mundo convulsiona por las protestas que hay en diversos lugares, aquí estamos provocando levantamientos. Mientras otros estados de la nación reconocen su estado precario financiero, el gobierno intenta presentar un panorama normal y que aún vivimos en “La La Land”.
El pueblo ya ha dejado de mirar sobre el precipicio y se encuentran agarrados por las uñas del despeñadero, temerosos de mirar el fondo incierto que les aguarda. Señores, lejos de vanagloriarme de mis palabras proféticas que vengo anunciando hace más de seis años, les puedo asegurar, que Puerto Rico se encamina hacia una de sus épocas más triste de su historia. El momento de ver la realidad hacia donde nos encaminamos es ahora y la necesidad de retomar la frase, “Manos a la Obra”, se hace cada vez más patente para lograr los objetivos como pueblo. Pero para lograr eso, el pueblo se verá en la obligación de hacer una serie de ajustes que van desde la forma en que vivimos, establecer prioridades, aprender a soltar aquello que tanto anhelaba en algún momento dado, cambiar nuestra manera de pensar, y eso no se dará, hasta que hayamos tocado fondo.
La realidad que se avecina está muy lejos de la realidad que nos pinta el gobierno. Cuando habla de un aumento en la venta de autos, no menciona que hubo un componente significativo, de vehículos re poseídos, y que luego de ese mes, se desmoronó la venta. El gobierno no ha mencionado la segunda fase de los bancos, que vendrá la ejecución de proyectos, propiedades, que llevará el valor de las propiedades a caer en más de un 40%, para todos. Lo que está ocurriendo a nivel económico, se está reflejando en todos los niveles de negocios, estamos en una economía de liquidación. Una economía que se ha estado sosteniendo por la economía subterránea que existe.
El gobierno y su gobernador han perdido toda sensibilidad para entender lo que aqueja al país. No entienden que existe una saturación económica, que el país se encuentra al borde de una quiebra económica, y lo peor de todo, es que el gobernador le falta control administrativo para poner en orden al país.
Estamos ante un punto económico, que todo cuanto evaluemos desde la perspectiva económica será en base de cómo liquido lo que tengo, no importa cuánto pierda en el proceso.
Esa misma actitud fue la asumida por el gobernador cuando despidió a los empleados públicos, salvando los intereses de los bonistas, a costilla de todo un pueblo. Demostrando la falta de sensibilidad, mientras sus allegados se enriquecen a costilla del pueblo. Esto es un gobernador que sencillamente le dejo de importarle el pueblo, y hace lo que entiende es mejor para sus amigos y él.
Pero desde el punto de vista astrológico, eso ya se encontraba escrito, y el pueblo tiene lo que le corresponde, por su falta de visión política. El precio lo están pagando ahora, y sólo nos queda esperar que pase la tormenta. En el proceso habrá desgracias, perdidas de vida, el pueblo sentirá que se doblega, pero les aseguro, que saldremos fortalecidos, con nuestra cabeza en alto, orgullosos, y seguros, de quienes serán nuestros próximos líderes.
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